necesitarás fondant blanco y negro. Haz cuatro bolas blancas de un gramo cada una. Con el dedo, dales forma de lágrima. La parte más ancha aplánala sobre la mesa.
Después, toma varias bolitas negras muy pequeñas. Aplánalas con el dedo y pégalas. Asegúrate de que quedan del mismo tamaño la pezuña y la pata.
Y con esto, habrías terminado. Puedes añadirle una lágrima blanca para la cola y por supuesto, no olvides las rallas.