Cómo empecé

Todos tenemos una historia que contar y hoy te quiero contar como empecé a hacer figuras de fondant y descubrí mi verdadera pasión. La verdad es que llegué por casualidad, cuando mi cabeza más lo necesitaba.

Esta es la historia de cómo una maestra de infantil lo dejó todo por convertirse en una repostera creativa a tiempo completo.

Para contarte esta historia, debo comenzar por el principio de todo. Hace unos cuantos años, allá por 2014, trabajaba como maestra de infantil a media jornada en un centro privado. Media jornada no daba para mucho, así que decidí que era hora de ir más allá.

 

Tomé la decisión de estudiar una oposición. (En España son los exámenes estatales para trabajar en centros públicos). Combinaba mis estudios con el trabajo. Le dedicaba infinidad de horas a prepararme el examen.Muchos resúmenes y esquemas para estudiar. 

Hasta que llegó el fatídico día. Me empezó a doler el brazo. El codo y la mano, para ser más exactos. El dolor era tal que no podía escribir, peinarme, conducir… mi mano derecha era un dolor constante.

Visité numerosos médicos pero ninguno sabía que me sucedía. Solo me inflaban a pastillas para aliviar el dolor y me hacían muchas pruebas. Aunque los dolores indicaron que tenía un nervio comprimido, las pruebas no mostraban eso.

Pasé muchos meses llorando de dolor y de pena. Mi ánimo estaba por los suelos. Tenía unos 25 años y no sabía que iba a ser de mi mano. Vivía en un estado de tristeza continuo.

Hasta que llegó el día que decidí ponerle punto y final y tratar de mejorar. Un día viendo la tv, llegó la respuesta por arte de magia. Conocí los cupcakes y el fondant. Fue amor a primera vista.

Me sentía un poquito mejor con mi mano, después del único tratamiento que me hizo efecto, así que decidí buscar algún curso y probar si podía usar la mano.

Mi primer contacto con el fondant no fue de los mejores, ¡los detalles pequeños eran imposibles de hacer! Pero le cogí el gustillo. Tanto me gustaba que quería hacer todos los cursos que tenía a mi alcance. Sabía que iba a ser más fácil mediante cursos que por mi cuenta.

Aún así, empecé a practicar en casa. Empecé a hacer todos los personajes que venían a mi mente. Me pasaba horas y horas practicando. Buscaba imágenes de un personaje y trataba de hacerlo, pero eso sí, siempre a mi estilo.

Me encontré con todo tipo de problemas. Y me llevó muchas horas de investigación hasta que di con la clave para solucionarlos.

No te voy a engañar, también muchas horas de práctica. De ensayo y error. De repetir y volver a empezar. De enfadarme. De irme a ver la televisión. De no hacer nada en dos semanas. De volver y cogerlo con más ganas.

 

Seguro que si llevas tiempo en esto o si tienes otro hobby, sabes de lo que te estoy hablando. Y es que cualquier aprendizaje lleva su tiempo. Nada se aprende de la noche a la mañana. Es un viaje bastante duro. Pero es más duro cuando lo hacemos solos.

Aunque fui a cursos y tenía muchos conocimientos y técnicas, quería mejorar y probar cosas nuevas. Eso hacía que surgieran complicaciones. Pero con esfuerzo y perseverancia conseguí resolverlos poco a poco.

Algunos de los problemas estaban relacionados con las proporciones. No conseguía dar con las medidas adecuadas para que las figuras se viesen bonitas. A veces el cuerpo era demasiado grande, y otras veces el problema era la cabeza.

Puff, la cabeza… Seguro que es otro de los problemas que te has encontrado en algún momento, ¿verdad? Sí, sé lo difícil que es hacer caras y conseguir que queden bonitas o los ojos del mismo tamaño. Necesitas un buen método o muchas, pero que muchas horas de práctica para dominarlo.

A veces incluso me planteé tirar la toalla. Es frustrante no ver mejoras y desanima bastante pero ¿qué hubiese conseguido con ello? La verdad es que nada.

Así que no te rindas aunque creas que es difícil o que no estás viendo cambios, porque a veces son tan pequeños que no somos capaces de apreciarlos. Pero a la larga, verás que sí que están ahí.

Incluso a día de hoy sigo viendo cambios. En un solo año puedo apreciar detalles como: tardar menos, conseguir mejores técnicas, acabados… y esas pequeña gotitas, van sumando poco a poco.

¿Y después?

Tras ver todo lo que tardaba en hacer mis figuras, los problemas que me encontraba y que nadie me resolvió, decidí pensar en cómo podía ayudar a otras pasteleras que estuviesen en mi misma situación.

Y ahí fue cuando se me encendió la bombilla. Decidí dar respuesta a todas esas dudas en redes sociales y aquí en el blog. Estos 7 años de experiencia es lo que os voy compartiendo poco a poco.

Pero donde realmente puedes aprender todos mis trucos y técnicas es en mi Academia online. Es donde comparto todo lo que sé, sin filtro.

Y así es como puedes ahorrarte horas y años de práctica probando distintos tutoriales de Youtube o técnicas que veas en las redes sociales. Ya he pensado y probado yo los tutoriales para que te funcionen y no tengas dolores de cabeza sin saber por dónde empezar o cómo hacerlo.

Te llevará muy poco tiempo y conseguirás muy buenos resultados con los más de 120 cursos que hay. Además, no solo aprenderás a hacer figuras, también aprenderás consejos y trucos.

Espero que te haya gustado saber cómo empecé y te animes a aprender tú también.

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